Competencias laborales: tipos y ejemplos
Actualizado: 22 nov
Descubre qué son, sus tipos y distintas competencias laborales que debes buscar en tus candidatos, con 13 ejemplos clave para potenciar las ventajas competitivas de tu empresa.
Tabla de contenidos
¿Sabías que la prioridad de las empresas de aquí a 2027, en materia de competencias laborales, es promover el pensamiento analítico? Le siguen el fomento del pensamiento creativo y la formación de los trabajadores en materias de Inteligencia Artificial y Big Data.
Así lo detalla el Foro Económico Mundial en su informe “The Future of Jobs Report 2023”, para el que consultó a empresas de todas las regiones del mundo.
¿Te imaginabas este panorama?
Por supuesto, el pensamiento analítico es una de las competencias que detallaremos en este artículo. Pero antes comencemos por diferenciar un par de conceptos.
Qué son las competencias laborales
Las competencias laborales corresponden a conocimientos, habilidades y actitudes que llevan a una persona a lograr una meta o desempeñarse de forma exitosa en su trabajo. Por ejemplo, la capacidad analítica y la resolución de problemas.
¿Cómo se adquieren?
A través de la experiencia laboral, la observación, el aprendizaje y la práctica.
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Diferencia entre competencias y habilidades
Aunque a veces se utilizan indistintamente, ambos conceptos se refieren a aspectos diferentes de una persona, y más vale tenerlos claros antes de hacer una entrevista psicolaboral. Porque mientras las habilidades son específicas, las competencias tienen una mayor amplitud y abarcan una combinación de elementos donde muchas veces se incluyen las habilidades.
En concreto:
Las habilidades se relacionan con la capacidad de realizar una tarea específica. Son capacidades adquiridas mediante la formación, la educación o la experiencia laboral. Por ejemplo, saber gestionar el tiempo o resolver problemas matemáticos complejos.
Las competencias incluyen habilidades, pero también abarcan conocimientos, actitudes y aptitudes que son necesarias para un desempeño laboral exitoso.
Tipos de competencias laborales
Para gestionar de forma más eficiente el desarrollo de los trabajadores, se suelen categorizar distintos tipos de competencias laborales, que no solo son críticas para el éxito profesional del talento humano, sino también para la empresa que las emplea. Más aún en entornos de empleo dinámicos y cada vez más competitivos.
Profundicemos en algunas categorías:
Competencias transversales o genéricas
O también consideradas competencias laborales básicas, ya que son aquellas que resultan relevantes en diversos campos de trabajo y disciplinas.
Estas competencias suelen ser compartidas por distintos roles, ya que son fundamentales para adaptarse a la cultura organizacional de una empresa y desempeñarse de manera efectiva en equipo. Por ejemplo, organización, planificación y comunicación efectiva.
Competencias específicas
Corresponden a competencias particulares que se requieren para desempeñar un rol o tarea específica en el ámbito laboral. Por ejemplo, el puesto de vendedor podría requerir competencias comerciales específicas. También existen ciertas competencias que son particulares para roles de liderazgo.
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Ejemplos de competencias laborales
En un artículo anterior te contamos cuán importante es crear una oferta de trabajo que además de diferenciarte como empresa, cautive a los candidatos. Y sí, determinar las competencias laborales adecuadas para cada cargo es clave para invitarlos a postular.
Revisemos 13 ejemplos de competencias laborales que te ayudarán a maximizar las ventajas competitivas de tu empresa, y que debes conocer para indagar en una entrevista psicolaboral:
1. Toma de decisiones
En el ámbito laboral, la toma de decisiones es una competencia crucial para un desempeño efectivo. Implica evaluar diferentes escenarios, analizar el posible impacto de una medida en el corto y largo plazo, y elegir la mejor opción según los objetivos y recursos disponibles.
Es una competencia especialmente relevante en situaciones de presión o incertidumbre, donde se requiere rapidez y criterio para resolver problemas y definir el rumbo a seguir.
2. Flexibilidad y adaptación
Ser flexible implica tener la capacidad de adaptarse y ajustarse a diferentes situaciones, cambios y demandas en el entorno laboral. Los talentos con esta competencia son capaces de trabajar de manera efectiva en equipos multidisciplinarios, asumir nuevos roles y responsabilidades, y manejar eficientemente el cambio, incluso fuera de su zona de confort.
Por lo mismo, la flexibilidad y adaptación cumplen un papel fundamental en sectores altamente competitivos y en empresas que buscan la innovación y la mejora continua
3. Tolerancia bajo presión
Esta competencia laboral se refiere a la capacidad de reconocer, comprender y gestionar adecuadamente las emociones propias frente a situaciones de alta complejidad, para tomar decisiones racionales que impacten de modo positivo en el entorno de trabajo.
Una persona con tolerancia a la presión tiene la capacidad de manejar el estrés de manera efectiva, mantener la calma en situaciones difíciles y establecer relaciones interpersonales favorables. Por eso, en ocasiones se le asocia a la inteligencia emocional.
4. Trabajo en equipo
En un mercado laboral cada vez más competitivo, la capacidad de trabajar eficientemente en grupo se ha vuelto esencial para el éxito de las empresas. Esto implica comunicarse de forma efectiva, compartir ideas, escuchar y respetar las opiniones de los demás, y contribuir activamente al logro de los objetivos del equipo.
Al trabajar de manera colaborativa, los empleados pueden combinar sus fortalezas individuales para resolver problemas, aumentar la productividad y alcanzar resultados de mayor calidad. Además, esta competencia laboral fomenta un ambiente positivo, genera confianza mutua y promueve la motivación y el compromiso.
5. Orden y rigurosidad
En un contexto laboral, la rigurosidad implica ser consciente de la importancia de las funciones asignadas, implementarlas de forma clara y de su impacto en el resultado final. Esto incluye la puntualidad, la entrega de resultados de calidad y el cumplimiento de normas y regulaciones establecidas en la empresa. Además, también implica mantener el orden en la forma de trabajo.
Contar con talento humano con esta competencia es una necesidad transversal. Sin importar tu tipo de industria, esta competencia es indispensable para aumentar la confiabilidad y buena reputación de tu compañía.
6. Capacidad de aprendizaje (o aprendizaje continuo)
Desarrollar la capacidad de aprendizaje conlleva estar dispuesto a salir de la zona de confort y asumir nuevos retos. Esto incluye la voluntad de adquirir nuevos conocimientos y de buscar oportunidades de desarrollo profesional.
Los trabajadores que tienen esta competencia se destacan por su mentalidad abierta y su disposición continua para aprender de sus propias experiencias y del entorno laboral.
7. Pensamiento analítico
Un profesional es capaz de enfrentar situaciones complejas gracias al pensamiento analítico y razonamiento crítico. Puede abordar los desafíos desde distintas perspectivas, evaluar las opciones disponibles y tomar decisiones adecuadas.
Para ello es fundamental tener la capacidad de trabajar de manera sistemática y organizada. Esto incluye la habilidad para descomponer un problema en partes más pequeñas, establecer prioridades y desarrollar estrategias para su resolución.
8. Resolución de problemas
Quienes destacan en la resolución de problemas pueden encontrar soluciones donde otros ven obstáculos. Las personas con esta habilidad pueden identificar, analizar y abordar desafíos de manera eficiente (y por qué no creativa), por lo que son capaces de enfrentarse a situaciones complicadas con más facilidad que otros.
9. Comunicación efectiva
Esta competencia laboral permite establecer una comunicación clara y fluida entre los miembros de un equipo, facilitando la transmisión de ideas, metas y objetivos. Pero también conlleva la capacidad de escuchar con atención y empatía.
En ese sentido, la comunicación efectiva mejora la colaboración y la coordinación dentro de la empresa, minimizando malentendidos y conflictos. Además, fomenta la cohesión entre los trabajadores, promoviendo un ambiente de confianza y respeto mutuo.
10. Liderazgo
En otro artículo te contamos cómo Ginni Rometty hizo historia al convertirse en la primera mujer que llegó a liderar IBM en sus 101 años de existencia, transformando a la compañía en una de las marcas tecnológicas más destacadas en el mundo.
Y es que un buen líder tiene la capacidad de dirigir a otros, delegar tareas de manera eficiente y motivar a su equipo para que den lo mejor de sí. Además, posee excelentes habilidades de comunicación, lo que le permite transmitir claramente las metas y visiones de la organización.
Asimismo, el liderazgo es fundamental para resolver conflictos de forma constructiva, promover un clima laboral positivo y fomentar el desarrollo y crecimiento profesional de los miembros del equipo.
11. Orientación a resultados
e trata de la capacidad de ir más allá y establecer metas desafiantes por sobre los estándares esperados. Es una competencia que implica tener una mentalidad enfocada en la eficiencia, la productividad y la consecución de los objetivos establecidos.
Un profesional con orientación a resultados sabe priorizar tareas, tomar decisiones basadas en datos y ajustar su enfoque en función de las necesidades y demandas de la organización. Además, esta competencia implica ser proactivo, asumir responsabilidades y buscar constantemente formas de superar los desafíos para lograr los resultados esperados.
12. Creatividad
¿Recuerdas cuando te contamos cómo la creatividad de Steve Jobs y su equipo mejoró la imagen de Apple, reforzó la lealtad de los consumidores y atrajo a nuevos clientes? Es un ejemplo inspirador que muestra el impacto de esta competencia en el ámbito laboral.
Básicamente, un talento creativo es un generador de nuevas ideas, enfoques y soluciones innovadoras ante los desafíos que se presentan en el entorno de trabajo. Un atributo que, sin duda, aporta ventajas competitivas a cualquier empresa, tal como lo demostró Jobs.
13. Impacto e influencia
Persuadir implica utilizar estrategias para transmitir ideas, propuestas o planes de acción, que convenzan a otros de su validez y valor. ¿Lo importante? Hacerlo mediante argumentos sólidos y una comunicación clara que no deje lugar a dudas o desconfianzas.
Es importante buscar un acuerdo en situaciones en las que las partes involucradas tienen intereses y objetivos diferentes. Esta habilidad implica evaluar y plantear propuestas, manejar situaciones conflictivas y buscar soluciones equitativas.
¿Cuántas de estas competencias laborales son parte de tu fuerza de empleo? Por cierto, la cantidad de ejemplos es enorme, (incluso si no abordamos las competencias técnicas que son propias de ámbitos específicos, como programación, visualización de datos, atención al cliente, entre otras).
Lo importante a la hora de reclutar y seleccionar candidatos, es centrarse en aspectos que vayan más allá de un título profesional. Así obtendrás mayores oportunidades de acción, mejora y competitividad.