La Casa del Dragón: 5 cualidades del liderazgo femenino basadas en Rhaenyra
Actualizado: 16 feb 2023
Rhaenyra, protagonista de la serie La Casa del Dragón, lleva a reflexionar sobre el liderazgo femenino, la inequidad de género y lo difícil que puede ser para las mujeres abrirse paso en roles de alta responsabilidad.
Imagina una gran sala protegida con paredes de piedra maciza, una larga mesa rectangular, 4 lores, un rey y su mano derecha.
Es el siglo II d.c.
Tú estás allí, pero no eres uno de los hombres sentados a la mesa. Eres una joven de 15 años, hija del rey.
¿Tu labor?
Llenar (y rellenar) las copas de los consejeros y del rey mientras ellos discuten de política, diplomacia, batallas y otros conflictos que atañen al reino.
Paseas de un lado a otro sirviendo vino. Gran privilegio tienes al ser copera del monarca y debería ser suficiente. Eres mujer y por muy hija del rey que seas… ¿Ser reina? ¡Ni pensarlo! Rompería con la tradición y la hegemonía masculina en el Trono de Hierro.
Dentro de toda la fantasía, La Casa del Dragón aborda la inequidad de género y cómo los roles —a lo largo de nuestra historia— se han establecido socialmente según el género de una persona.
Esta distinción es reflejo de una problemática social que continúa ocurriendo (por suerte, cada vez en menor escala), y que durante siglos limitó la labor de la mujer exclusivamente a la maternidad y al cuidado de los hijos. Mientras que la del hombre —sumada a la obligación de ser el “proveedor del hogar”— se expandía en la esfera laboral a trabajos percibidos socialmente como de “mayor valía”.
La historia de Rhaenyra no deja dudas de esas profundas diferencias.
La joven detestaba las expectativas asociadas a ser mujer. Y, aunque entendía su posición como princesa, ella deseaba ser un jinete de dragón o servir al reino como cualquier otro caballero en batalla.
Se muestra al personaje como una líder por naturaleza, con opinión, decidida, y que refleja lo difícil que puede llegar a ser para una mujer abrirse camino en roles de liderazgo.
Y es que si bien, Rhaenyra era la primera primogénita nacida del Rey Viserys I, nadie se planteaba tener a una mujer como líder del reino. Así que todas las esperanzas estaban puestas en que el monarca tuviese otro hijo y que esta vez fuese un varón.
La baja participación de las mujeres en roles de liderazgo
Algo similar ocurre en ciertos sectores donde por años ha dominado la presencia masculina, como es el caso de la política.
Sin ir más lejos, podemos mencionar la reciente 77 sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, oportunidad en la que, de 190 oradores de alto nivel presentes en la gran sala de la ONU en Nueva York, apenas 23 fueron mujeres.
23 de 190, entre los que había jefes de Estado, jefes de gobierno, vicepresidentes, viceprimeros ministros, ministros y jefes de delegación.
Tal como a Rhaenyra, a las mujeres en política les cuesta abrirse paso. De hecho, la paridad en el empoderamiento político llega a solo un 22% (el mismo nivel que en 2021), según datos actuales del Foro Económico Mundial. Así que para cerrar esta brecha en política serán necesarios nada más y nada menos que 155 años.
Es una apuesta por la inclusión que sigue pendiente.
Lo mismo ocurre en el ámbito empresarial, donde no son pocas las mujeres en roles de liderazgo que dicen que deben demostrar más resultados de desempeño para ganarse el mismo respeto que sus colegas masculinos.
En términos generales, la participación global de las mujeres en este tipo de cargos llega apenas al 31%.
Entonces, ¿cómo una mujer puede labrarse un camino y posicionarse como una líder fuerte?
Estas son 5 cualidades, inspiradas en Rhaenyra, de todo buen liderazgo.
1. Rompe los esquemas
Una cultura corporativa con jerarquías de trabajo obsoletas, discriminación por género o entornos competitivos no suelen favorecer el liderazgo de una mujer.
Y ocurre que cuando algunas deciden romper con los estereotipos de género y exigir lo mismo que sus pares masculinos, pueden ser juzgadas con dureza (tal como ocurre con Rhaenyra).
Sin embargo, todo indica que el éxito se encuentra fuera de la zona de confort.
Kate Brodock, socia fundadora de W Fund —empresa de capital de riesgo que invierte en nuevas empresas tecnológicas en etapa inicial dirigida por mujeres— sostiene que el coraje es una cualidad esencial.
“Es necesario tener coraje para plantear los temas de interés de manera profesional con aquellos que pueden implementar cambios”, dice la alta ejecutiva.
Brodock sabe de lo que habla. Ella es especialista en temas de tecnología, un mundo dominado por hombres. De hecho, a nivel global:
Solo el 22% de los profesionales dedicados a la Inteligencia Artificial (IA) son mujeres, dice el Foro Económico Mundial.
¿Qué más hay?
Apenas 13,83% de los autores de artículos sobre IA son mujeres.
Solo un 18% de los expositores de las principales conferencias sobre IA son mujeres.
Un escaso 2% del capital de riesgo se destinó a nuevas empresas fundadas por mujeres en 2019.
¿Qué motivos explican esta escasa presencia femenina en el mundo STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas)?
Brodock cree que hay muchas barreras, pero 2 de ellas son los sesgos de contratación inconscientes y los cambios de política en las empresas:
“Los sesgos inconscientes son difíciles porque son más complejos de identificar”. Puede suceder con personas que dicen defender la igualdad, pero, por ejemplo, no permiten que las mujeres participen en igualdad de condiciones en reuniones.
“Las políticas y procesos pueden ser difíciles de cambiar porque no se evalúan en forma periódica (…) Las empresas, a veces, permiten que pasen años antes de que las actualicen, como la licencia parental o los procesos de contratación”.
2. Toma la iniciativa
Rhaenyra debía ser una princesa que cumpliera con todas las expectativas y que siguiera las reglas de su padre y la corona. Pero si así hubiese sido, la historia no habría sido tan interesante.
Tomar la iniciativa es una de las capacidades clave de liderazgo y puede vincularse con romper los esquemas, pero no siempre tiene que ser así.
Esta habilidad significa ser la primera persona en actuar para resolver un problema o ejecutar un proyecto. Y en eso, las mujeres incluso pueden obtener mejores resultados que los hombres.
Así lo demostró un estudio de Harvard Business Review que concluyó que las mujeres no solo tienen mejores puntajes que sus colegas masculinos en la toma de la iniciativa sino también en otras habilidades de liderazgo como la resiliencia, la práctica del autodesarrollo, la construcciones de relaciones, la innovación, la colaboración y trabajo en equipo, análisis y resolución de problemas, entre otros.
En la serie vemos a una Rhaenyra que actúa (dispuesta a asumir desafíos y a realizar cambios audaces) y que demuestra independencia, seguridad y confianza en sí misma. Todos estos aspectos —llevados al plano organizacional— pueden ejercer una influencia positiva y llegar a ser muy inspiradores para un equipo.
☝️ Una líder segura tiene la capacidad de transmitir energía y de activar a los demás.
3. Posee una fuerte habilidad para comunicar y manejar crisis
La comunicación es una de las habilidades más importantes, pues permite transmitir ideas, resolver conflictos, persuadir e influir en los demás, mostrar un buen desempeño en una reunión y, entre otros, ascender en la empresa.
Una mujer líder que sabe comunicarse puede conducir a sus equipos a grandes resultados, pues sabe alentar y expresar los objetivos en forma clara.
Por lo demás, la comunicación es esencial para fijar límites y expectativas.
Rhaenyra tenía esa habilidad. Se expresaba con fuerza, confianza y defendía sus ideas con argumentos (aunque no fuesen populares). Esto le permitió desescalar alguno que otro conflicto.
En ese sentido, la habilidad de comunicar también permite manejar situaciones de crisis.
Está claro que lo que esperan los colaboradores de cualquier líder (independiente del género) es claridad y que los guíe a buen puerto, pero hay algo más… También debe buscar el equilibrio entre plantear sus puntos de vista y cuidar el ambiente laboral de su equipo. Ten presente que su respuesta bajo una situación de crisis puede afectar incluso el clima laboral.
4. Lidera con empatía
En los primeros capítulos se ve a Rhaenyra poniéndose en el lugar de otros y pensando en que una mujer podía crear un nuevo orden.
Los estudios le darían la razón a la princesa, pues una investigación 2021 de S&P Global con investigadores de la Universidad de París concluyó que las directoras ejecutivas demostraban mayor empatía, adaptabilidad y apertura a la diversidad con más frecuencia que sus pares masculinos.
¡Esa es otra forma de ejercer liderazgo!
“Las mujeres líderes tienden a usar un estilo empático para influir en los demás y generar confianza, lo que crea equipos productivos y efectivos”.
Forbes
Otros estudios mencionados por Forbes sostienen que:
Los colaboradores que cuentan con gerentes y líderes empáticos son más innovadores.
La empatía por parte de los líderes disminuye la intención de cambiar de trabajo.
Como vemos, ciertas conductas de un colaborador pueden aparecer según el estilo del liderazgo.
Si bien existen diversos tipos más allá del género, a diferencia de algunos líderes masculinos que se centran en maximizar el rendimiento financiero, sus símiles femeninas parecen ver el trabajo desde un enfoque más colaborativo.
“En mi experiencia asesorando a mujeres directoras ejecutivas (o aquellas que aspiran a la C-suite), una característica común que veo es un enfoque integral del liderazgo y de la organización. Esto incluye equilibrar los resultados financieros y de desempeño con los objetivos de aumentar la diversidad en los equipos de liderazgo, una cultura inclusiva e impulsar un cambio positivo”.
Cassandra Frangos Experta en desarrollo ejecutivo y sucesión C-Suite. Autora de “Crack the C-Suite Code: Cómo los líderes exitosos llegan a la cima”.
Dicho lo anterior, la empatía permite:
Construir relaciones fuertes con el o los equipos y nutrirlas.
Entender qué necesitan los colaboradores para sentirse valorados y mejorar su productividad.
Motivar a los integrantes y hacer que conecten con los objetivos de la empresa.
5. Va más allá cuando asume un proyecto o enfrenta un desafío
Rhaenyra era responsable de servir vino para el rey y los consejeros, un trabajo poco motivante. Pero cuando su padre le dio su primer gran proyecto se comprometió al 100%.
No era cualquier tarea, era algo importante y supervisado bajo el ojo crítico de la mano del rey, su asesor directo. En esa ocasión, la princesa se tomó muy en serio el trabajo y mostró un alto grado de discernimiento.
Ella tenía claro lo que quería (el objetivo) y, pese a que el segundo hombre con más poder en el reino (la mano) no estaba de acuerdo, tomó la decisión con mucha convicción.
¡Definitivamente era lo mejor para el rey!
Si lo trasladamos al mundo empresarial, el liderazgo requiere de compromiso, innovación, visión de futuro y de la toma de decisiones con una mirada estratégica.
Y no olvidemos la creatividad. “La creatividad es una cualidad extremadamente importante en los líderes exitosos”, sostiene Concepts of creative leadership of women leaders in 21st century, paper de Claude-Hélène Mayer (Universidad de Johannesburg) y Rudolf M. Oosthuizen (Universidad de Sudáfrica).
Esta cualidad también tenía Rhaenyra, a quien, de haber estado en un cargo de liderazgo de una empresa, le habría ayudado a sortear obstáculos.
¿Qué te parecen estas reflexiones? Comparte en los comentarios.
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A Rhaenyra no podrás encontrarla para tus búsquedas, pero de seguro a otro buen perfil, sí. 😉
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